El gurumelo, de nombre científico Amanita ponderosa, es una especie de hongo comestible muy apreciado y desconocido.
Se cree que el nombre común gurumelo procede de su apariencia antes de salir de la tierra, ya que origina un montículo de arena agrietado, un pequeño grumo o grumuelo. Pero probablemente proceda de la deformación de la palabra portuguesa “cogumelo” que significa hongo o seta, hoy conocido como gurumelo.
Ingredientes
Para la bechamel
- +-150 g. de harina de trigo
- 1 litro aproximadamente de leche entera
- 75 aceite de oliva virgen extra
- 75 g. mantequilla
- Nuez moscada (1 pizca)
- Sal y pimienta (al gusto)
Relleno
- 1 cebolla pequeña
- 300/500 g. de gurumelos (AMANITA PONDEROSA)
Rebozado
- pan rallado
- 3 o 4 huevos
- Aceite de oliva virgen extra para freír las croquetas
Elaboración
En una sartén honda echamos el AOVE , y añadimos la cebolla picadita muy fina (se puede rallar y así los más pequeños no la notarán) dejamos que se poche muy despacio (unos 7 minutos), cuando casi esté añadimos los gurumelos, ya limpios y troceados pequeños o si te gustan con tropezones más grandes a tu gusto, sal y un poco de pimienta recién molida, los dejaremos cocinarse, los retiramos de la sartén y reservamos, dejamos el aceite que tendrá todos los sabores y aromas de nuestros gurumelos, y añadimos la mantequilla, añadimos a la sartén la harina tamizada, dejamos que se cocine y dore un poco a fuego bajo/medio pero no demasiado pues se puede quemar, añadimos poco a poco la leche templada y movemos bien con unas varillas o una cuchara de madera, lo que tengamos por costumbre y añadimos la leche que veamos admita, cuando ya está a nuestro gusto y si nos han quedado grumos podemos darle un toque de batidora, añadimos los gurumelos reservados y una pizca de nuez moscada, integramos y mezclamos bien, echamos todo el relleno en una fuente para que repose y se enfríe, para formar las croquetas es mejor de un día para otro.
Formamos nuestras croquetas como más nos gusten, redondas, alargadas… las pasamos por pan rallado, huevo bien batido y pan rallado de nuevo, las dejamos reposar en la nevera un par de horas y a freír en AOVE bien caliente echamos pocas cada vez.